Y en este mar de autoflagelos,
en este sitio, es que me levanto.
Me planto desde la inconsecuencia
y vislumbro el horizonte.
Esperando encontrarte en la juntura,
esperando el regreso de tiempos lacónicos.
Y caigo en cuenta, y sobre mis rodillas...
que sólo vivo de nuevas inconsecuencias
porque ya no existes, sólo eres eco de mis recuerdos.
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