7 de febrero de 2023

Lo único malo de lo cíclico, de esta vuelta permanente y que por momentos se siente eterna, es la melancolía.  

Siempre, con cada cambio de ciclo, florece en mí un dejo de nostalgia, de melancolía. Por lo perdido, lo que se deja atrás, aunque sea de modo momentáneo en esta rueda infinita.

Por ello miro con ahínco, de tanto en tanto a mi alrededor, porque sé que todo se mueve y el ciclo siempre avanza y se encamina a su siguiente estado, mas en ese encaminarse siento las carencias y me acurruco en ellas. Como hoy que extraño lo imperceptible, lo que los demás dan por sentado.  

No hay comentarios: