Quién seas tú, y por lo que sea que me estás persiguiendo, te pido te apartes, que alejes tu camino de este cuerpo, esta mente, este hogar y sobre todo esta vida inocente que nada ha hecho en contra de ti, que ni siquiera ha solicitado tu presencia, y que está hoy cautiva bajo tu influencia.
Liberala de los eslabones de tu tortura y retorna por fin al averno oscuro de donde te has liberado.
Vuelve tu rostro a las tinieblas, y quédate por siempre sepultado allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario