Es tan extraño pensar en lo que se causa tan sólo con decir... una palabra, una frase, o tal vez incluso sin hacerlo; tal vez por eso es que nos hablamos, por eso aprendimos a hacerlo, para cambiar nuestras vidas con una sola sílaba, para que nada pudiera permanecer para siempre, para que no sólo fuéramos una foto en la pared, es por ello que sonamos y hacemos resonar nuestra alma en los demás, quizás incluso sin que los otros lo sepan o se den cuanta. Porque nadie piensa en ello, no crees que con decir, con sacar sonidos desde tu garganta o con moverte hacia otro puedes cambiarle la vida, hacerle sentir o hacer que deje de hacerlo.
Somos, y sobre todo hoy creo que soy; luz y energía de cambio, una forma que no es nueva pero que es tan poco usada, que al ser descubierta, por personas como yo, impacta tanto que permite mirar desde otro punto de vista, considerando en extremo delicado lo que antes era un acto mundano y mecánico.
Hoy sé que si me hablas algo cambiará y dejaré de ser, para tornarme otra cosa. Y si yo resueno sobre ti terminaré la calma y algo nuevo nacerá.
Hoy quiero que resuenes en mí, que des fin al pasado y abras las puestas de uno unos nuevos mundos para mí, permiteme nacer cada vez que te sienta cerca, que me hables, toques o veas de algún modo. Se mi guía y renovación constante y permite que vuele y viva en otros también, hasta que todo vuelva a cambiar.
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