::: El Loco :::

De vidas muertas, de muertos vivos.
se llenan los harlequines de mi mente perturbada,
pues corro sin sentido por mis calles inundadas.
De sombras a medio dìa y de luces por la noche,
se torna mi alma dèbil al ver la belleza de una
hoja azotada por el viento. ¿Cuàl ha sido su
crimen, como para tener que dar su orgullo?
La vida injusta asombra , pero no paran para mirar;
corren cual incendiados en busca del mar. Corro
tras ellos entonces, a ver si logro llegar,
mas cuando los sobrepaso, la direcciòn deciden cambiar.
Paro. Me quedo solo y la tierra empieza a temblar,
se levantan los descabezados, entonces sì es hora de
escapar.
Comienza de nuevo el juego la emociòn no he de controlar,
salgo y corro primero, los condenados vienen atràs.
Los tontos se esfuerzan al tope... juran que me
pillaràn. Lo que no saben los moribundos es que
tengo alas de cristal. Que me las diò la luna
y con ellas no puedo fallar.
Corro, salto, vuelo y grito, pues de mi emociòn
no puedo màs. Tan dichoso en mi carrera,
gano sin pensar; beso la luna llena y con una
reberencia les dejo secar. He vencido la tormenta
ahora podrè brillar.
Si tuvieran ojos llorarìan, pero de eso
jamàs sabràn, pues el Loco les ha ganado,
a la tierra negra volveran.
Mientras corro por sobre las aguas,
esperando resbalar.